martes, marzo 18

Mi Semana Santa


Los alfajores de Havanna, los lobos marinos, los churros de Manolo, La Rambla, el Casino, la belleza de Los Troncos, las confiterías de Güemes, los barcitos de Alem, El faro, el Museo del Mar, comer mariscos en el puerto, caminar por el espigón, el Negro Olmedo, sortear gente en La Bristol, sacar fotos en Varese, tener frío a la noche, ver las olas golpeando en los acantilados, saludar a María y su hijo Toto, comprar en los Gallegos, ir a Constitución, contar cuántos edificios "Maral" existen, ver el famoso caracol con la virgen de plástico, los circos, Mogotes, los tejidos en Luro, la peatonal, los artesanos... todo aquello que nos representa de alguna manera, desde lo más grasa y cursi hasta lo más pintoresco, desde lo más nostálgico hasta lo más alegre, todo lo que nos trae recuerdos lejanos, desde la niñez, y que forma parte de nuestra identidad, todo eso en una sola ciudad. ¿No será mucho?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo agregaria, el bosque, y el olor a harina de pescado (casi nauseabundo) en la zona mogoteana.

diamanteloco dijo...

Jaja es verdad. Pero que sería del mar sin el olor a mar?